Brand New Day (Anna)

Tenía día libre así que decidí salir a pasear, ya que ese día no me apetecía quedarme en casa, además necesitaba salir y respirar aire puro, pero claro eso en Nueva York era algo complicado. Por eso decidí ir a la playa, o mejor al acantilado, yo me había criado en ese lugar, mi padre solía llevarme allí y ese era uno de mis lugares favoritos, el cual solía visitar cuando necesitaba algo de tranquilidad.

Salí de mi apartamento y fui a buscar mi moto, llevaba unos pantalones de cuero, una camiseta blanca de hombro caído y una chaqueta de cuerdo rojo, además de unos botines negros con tachas. Me gustaba ir así vestida, me hacía sentir más fuerte y segura.
Me subí a la moto, me puse mi casco rojo y me dirigí al acantilado. Disfruté del viaje, notando como el viento se movía a mi alrededor, esquivando coches, moviéndome con rapidez y libertad. Tardé un rato en llegar a mi destino pero cuando lo hice sonreí feliz. Dejé mi moto bastante lejos del acantilado, quería caminar un poco. Me sorprendí de ver que había gente pero no pensé mucho en ello, estaba más concentrada en pensar todos los momentos que había vivido allí.

Me dirigía a la barandilla cuando lo vi, todo mi cuerpo se tensó, apreté los puños con fuerza. No supe como pero mis piernas se movieron solas hacia su dirección - Vete de aquí - le dije cuando ya estaba cerca de él, en mi voz se podía apreciar la furia que me producía verlo allí, en mi lugar favorito, aquel en el que había pasado tantos momentos felices junto a mi padre.

Estaba furiosa, no podía creerme que precisamente él estuviese en ese lugar, el cual era como sagrado para mí. Me mordí el labio inferior con fuerza para contenerme, sabía que tenía que comportarme, no era una cría, por lo que no podía simplemente insultarle y pegarle aunque no me faltaban ganas, sobre todo al ver esa sonrisa suya.
Intenté relajarme para no montar un numerito, observé a sus escolta y sonreí con ironía - Veo que nunca sales sin tus niñeras - dije y lo miré fijamente a los ojos. Lo cierto era que me alegraba poder hacerlo, ya que durante mucho tiempo había temido encontrarme con él y no ser capaz ni de mirarlo pero ahí estaba con mi vista fija en él.

Me dieron ganas de pegarle un puñetazo al oír su respuesta, sabía que no podía hacer eso y menos si estaba rodeado de sus queridos escoltas. Me quedé mirándolo mientras hablaba, me mordí la lengua para evitar contestarle, tenía que relajarme y luego hablar. Vi como volvía a su posición, me pasé una mano por el rostro no quería que él estuviera ahí, no podía soportarlo pero no podía hacer nada - Ten cuidado no te vayas a caer, seguro que mucha gente lloraría tu muerte - dije y no pude evitar soltar una carcajada. Estaba siendo cruel, tenía que serlo para dejar de lado mis otros sentimientos. Me giré y me dirigí a mi moto, sabía que si me quedaba allí mucho tiempo acabaría mal y no quería morir, me quedaban muchas cosas por hacer.

la miro nuevamente de arriba a bajo seguia siendo esa misma chica de la que me habia enamorado pero esta vez en sus ojos se le veia que realmente me odiaba por lo cual niego y resoplo- si es que me debo proteger de personas que me quieran matar o me quieran hacer daño como tu ya que puedo notar que realmente me odias pero hasta matarme -dije volteando nuevamente a mirarla directo a los ojos- en serio tanto me odias Anna sabiendo qeu siempre te trate bien y jamas te lastime....-pregunto bastante curioso- a demas si mal no recuerdo la pasábamos super bien juntos y jamas te meti en los negocios por protegerte y bueno por que...sabia que te alejarias de mi pero eso ya no importa no? -dije alzando mis cejas-

Al oir lo que dice lo de cuidado no te vayas a caer rio sin poder evitarlo y la miro- ven devuelvete y tirame a ver si asi calmas tu odio y toda la vaina -dije notando como poco a poco se dirigia a su moto, me fui detras de ella y la alcanzo, la tomo de su brazo y la pego completamente a mi, sin poder evitarlo miro sus labios por unos segundos pero despues miro directamente sus ojos- uy que realmente no se noten las ganas de matarme aunque creo que ya se por que no lo haces -me acerco a su oido- te sigo gustando y ademas eres policia no puedes hacer nada...-dije para despues volver a mirarla directo a los ojos- no te vayas prometo no molestarte -dije acercandome a sus labios como si la fuera a besar para luego alejarme con una sonrisa en mis labios, le guiño el ojo y rio suavemente-

Sonreí de lado ante sus palabras, estaba furiosa y molesta por todo lo que había pasado entre nosotros y su actitud no ayudaba a que me calmara - Vamos que eres un cobarde que no se atreve a salir solo de casa - esa fue mi respuesta a lo de los escoltas - Me mentiste y eres un mafioso, no me importan tus motivos, los hechos son los hechos y nunca te perdonaré por mentirme - dije dejando que vi voz se tiñera de rencor. Todo lo que estaba diciendo lo pensaba de verdad pero ya no estaba tan segura de sentirme así y eso me cabreaba, él hacía que me sintiera débil pero a la vez fuerte por poder resistir todo lo que sentía y no dejarme llevar.

Estaba caminando hacia mi moto, decidida a irme de allí cuando de repente el me cogió, me tensé por tenerlo tan cerca. Lo miré con odio e intenté soltarme, alcé una ceja al ver que miraba mis labios, ¿acaso ese idiota aún pensaba en besarme o algo por el estilo? Sus palabras provocaron que me mordiese el labio inferior - Eso nunca - le respondí con brusquedad, molesta porque había en el clavo - Si no te he matado todavía es porque no quiero morir, no soy estúpida pero puedes estar seguro de que un día morirás y yo seré la causa de tu muerte- le dije con tono amenazador mientras lo miraba fijamente a los ojos. Chasqueé la lengua ante sus palabras y su gesto de ir a besarme - Tu sola presencia me molesta - le respondí mientras me sobaba el brazo por el que me había cogido el brazo. Sin más me giré y volví a dirigirme a mi moto, ya no soportaba más estar allí.

Ladeé levemente la cabeza al ver que sus guardias de iban y sonreí de lado ante sus palabras ¿en serio se pensaba que me iba a quedar quieta? era un idiota si creía que iba a desaprovechar esa oportunidad. Estaba enfadada y dolida, una mala combinación, así que no dude en alzar mi mano y dirigirla hacia su cara con intención de darle una bofetada - Eres un maldito mentiroso, un farsante que tenía miedo de contarme la verdad, jamás te perdonaré por haber jugado conmigo - dije furiosa. Realmente había perdido el control sobre mis actos y mis palabras, me acerqué a él y alcé mi rodilla con intención de darle en sus queridas "partes" - Cada vez que pienso que estuve contigo, que me tocaste me dan nauseas - dije con la voz llena de dolor y desprecio - Bueno ya ves que sí que soy capaz de hacer algo si no están tus niñeras - le dije con furia y le lancé un puñetazo hacia su rostro, el mismo que tanto había querido tiempo atrás.

Sonreí de lado con chulería al oír su pregunta - Sí - dije con más seguridad de la que sentía, sabía muy bien que no podía dejar que viese mis sentimientos, no iba a permitirlo, iba a esconderlos detrás de mi muralla, detrás de mi lengua afilada, mi fuerza y mis miradas de odio - No he dicho que vaya a matarte, seré la causa de tu muerte, eso no lo dudes, me da igual cuantos Corleone quieran matarte si mueres será porque yo lo he causado - dije con decisión, lo cierto era que no deseaba tanto su muerte, estaba resentida y dolida, decía que le odiaba pero sabía que si él moría iba a quedar destrozada. Me sorprendió al ver que se iba - Adiós, querido - dije con burla mientras me acercaba al acantilado, feliz de que por fin se fuera

Después de pegarle y de decirle todo lo que sentía me había quedado algo más tranquila pero aún así estaba respirando con algo de dificultad y temblaba levemente. Clavé mi mirada en él, recordando sus palabras - Me da igual porque hicieses lo que hiciste, la cosa es que actuaste de ese modo y eso me enfurece - dije dirigiéndole una mirada llena de rencor. Él estaba ahí sentado, sabía que le había hecho daño pero ese dolor no se podía comparar con el que había sufrido al enterarme de quien era él. Y es que el malestar que había sentido en mi pecho al saber que me había mentido, que era un mafioso aún no se había ido. Y mientras él vivía tan feliz, no podía soportar esa idea, apreté mis puños y le dirigí una mirada de odio - Al menos ahora el sentimiento es mutuo, Stracci - dije con desprecio.

Dicho eso pasé por su lado y me dirigí al acantilado, me senté en la barandilla y me quedé contemplando el mar, intentando olvidar que él estaba ahí, intentando dejar atrás todos esos sentimientos y recuerdos. El viento movía mi cabello con fuerza y mi chaqueta, abierta, se movía a mi alrededor.

El viento chocaba contra mi cara, así que cerré los ojos y por un instante volvía a mi infancia, cuando era una niña feliz y tranquila. Abrí los ojos de golpe y me mordí el labio inferior, eso se había acabado, era parte del pasado y no podía perder el tiempo pensando en ello.

Reí con amargura al oír sus palabras, me giré un poco la mirarle, sonreí de lado al ver que no me miraba - Uy un mafioso cobarde me está amenazando que miedo - dije con burla, luego chasqueé la lengua ¿quién se creía que era para amenazarme de esa forma? Además si no me había hecho nada en esos momentos cuando estábamos los dos solos ¿cuando lo iba a hacer? Me di la vuelta y me quedé mirándolo fijamente - Dudo que seas capaz de hacerme algo - dije no solo para provocarle si no porque de verdad pensaba eso.

El viento chocaba contra mi espalda, mi pelo se pegaba a mi rostro, resoplé por la molestia y cerré in momento los ojos, cuando los abrí él estaba enfrente de mí. Me sorprendí al verlo tan cerca, me cogió de los brazos y por un momento pensé que me iba a tirar por el acantilado, eso me asustó pero por suerte no lo hizo, solo me gritó, diciendo un montó de palabras, casi ni le presté atención, ya que me resultaba demasiado molesto. Me quedé callada, fingiendo que le estaba prestando atención, aunque solo escuché la mitad de lo que decía. Vi como se alejaba de mí y me mordí el labio inferior, una parte de mí quería matarlo pero la otra quería tenerlo cerca - Idiota - dije en voz alta, no estaba muy segura si le decía a él o a mí misma - Eres tú el que no entiende nada - añadí mientras me apartaba el pelo del rostro y me volvía a subir a la barandilla, observándole.

Le dejé hablar, estaba furiosa pero sabía que era mejor que me quedase callada, que le escuchase y ya después hablase, tal vez así me calmaría y no cometiese ninguna locura como la de antes cuando le había pegado. Sabía que me había equivocado pero estaba demasiado enfadada y dolida y simplemente no me había podido controlar.

Cerré los ojos unos instantes, de un salté caí de pie en el suelo y con paso lento me acerqué a él, me arrodillé justo enfrente suya y le cogí la cara - Si actúo así es porque me hiciste mucho daño, desde que te dejé no he parado de pensar en que todo lo nuestro fue una mentira, yo te quería pero siento que nunca llegué a conocerte, me ocultaste quien eras y con eso no me dejaste ver tu verdadero yo, eso me duele y ese dolor hace que esté enfadada contigo - dije todo muy rápido. No sabía muy bien el motivo pero necesitaba explicarle todo lo que pensaba y sentía - Nada entre nosotros puede ser fácil - susurré mientras le acaricia el pelo. Cerré los ojos y me quedé quieta, esperando a oír sus palabras.

Estaba algo enojado bueno algo no estaba bastante enojado no sabia como reaccionar a las actitudes de Anna no me gustaba para nada su forma de tratarme definitivamente ya no era la chava que habia conocido todo eso habia desaparecido...pero por un segundo pense que tal vez todo eso era mi culpa que tal vez si debi decirle la verdad pero habia tenido miedo

Estaba mirando el suelo cuando de un momento a otro oigo los pasos de Anna pense que se iba a ir pero NO! lo que hizo fue acercarse a mi y arrodillarse...se habia arrodillado en serio? ok eso me sorprendio un poco, la miro directo a los ojos y oigo con atencion cada una de sus palabras...- Anna me conociste por que el que sea mafioso o lo que quieras no cambia mi forma de ser! soy yo Miguel Angel solo que el orgullo te puede mas! te duele aceptar que lo nuestro si fue verdadero por esa mentira que dije...pero todo fue verdad todas las veces que te dije que te amaba...que te queria...cada vez que bese tus labios...todo fue real no hubo ninguna otra mentira en nuestra relacion...si nos manteniamos peleando pero siempre lo resolviamos y eso era por algo -dije mirandola directo a los ojos la cojo de su brazo y me paro y la levanto a ella- no te arrodilles las mujeres no deben de hacer eso -dije sinceramente-