Conociendo la ciudad (Alessa)

Lo que más le gustaba de Nueva York eran los lugares neutrales, y con neutrales se refería a aquellos no dominados por alguna de las familias. Suspiró, ojalá sus padres hubieran tomado eso en cuenta a la hora de construir el restaurante.

Era lunes por la mañana, y como todos, solía comprarse un periódico y un café y sentarse en su banco de siempre donde nadie la molestaba.

Estaba revisando la sección económica, la cual le hacía mucha gracia porque siempre eran las mismas empresas las que subían, bendita casualidad, y a la vez tomando un sorbo del café cuando notó que era observada y desvió un poco la mirada para ver de quién se trataba. Le sorprendió encontrar a un chico justo al lado, que, la verdad fuese dicha, era bastante atractivo, pero viendo que él miraba hacia otro lado, decidió seguir con lo que estaba haciendo y no prestarle más atención. Seguramente él estaba a sus asuntos y ella debía hacer lo mismo.

Ella ni se molestó en desviar la cabeza para averiguar quién corría por la calle, eso era normal en la ciudad, y seguramente o eran subornidados de las familias o criminales independientes, se declinaba más por lo segundo puesto que en esta zona no mandaba ninguna de las familias.

Al percatarse de que nadie más se encontraba alli, supuso que esa frase iba dirigida a ella y, sin despegar la mirada del periódico, hizo una mueca y le respondió.
- Bienvenido a Nueva York, donde la rapidez mueve a la gente estúpidamente sin ninguna razón.

Meditó un poco lo que había dicho, tampoco quería amargar al chico.
- Lo siento, y sí, tiene razón, pero supongo que es normal en una ciudad tan grande.

A veces soltaba lo primero que se le pasase por la cabeza y ese era uno de sus grandes defectos, al menos él había optado por prestarle atención a su segunda frase. Percibió que su acento tenía un deje distinto al típico del lugar y tampoco era como los que les escuchaba a las familias, las cuales aprendían antes italiano que americano, como era su propio caso, sus padres lo habían considerado como un legado que ella debía de saber.
- ¿Intensas? ¿A qué se refiere?
Esta vez se permitió el dejar de mirar el periódico para mirarlo a él.

Tras escucharle atentamente no pudo evitar que una de sus comisuras se alzara formando una leve sonrisa, lo que había descrito era casi el pan de cada día de todos los barrios de aquella ciudad, solo que había casos descarados como aquel y un poco incubiertos, pero para el caso era lo mismo.
Se le hizo extraño que aquel hombre bien parecido no la mirase, tal vez por lo que primeramente había dicho, aunque tampoco había sido tan exagerado a su parecer, podría haber sido peor.
- ¿Entiende mucho de asuntos ilegales?
Fue una pregunta un tanto pícara, pero si el hombre podía notar aquellas cosas o bien podría pertenecer a la policía o bien estaba ante uno de su "iguales" aunque no tan iguales. Ella no era criminal por gusto de serlo, sino para impartir justicia.
Seguía mirándolo a pesar de que él no le devolvía la mirada y mientras tomó un nuevo sorbo de café despreocupadamente.

Era muy consciente de la mirada de los demás, pero decidía no prestarle atención y ni si quiera mirarles porque la hacían sentirse incómoda y nerviosa, por eso ya que el tipo no se decidía volver a mirarla, volvió la vista al periódico pasando la página, la sección de noticias internacional, le llamó la atención el titular "Asesino sanguinario suelto" pero sobretodo la foto que lo acompañaba y entonces pudo entender un poco el por qué del tema que había sacado el hombre.
- Occhio non vede, cuore non duole

Spoiler:

No le interesaban los asuntos de los demás y no era quién para juzgar, ya podía ser un ratero, un camello o un asesino, ella tampoco era una santa precisamente.
- Si va a continuar en esta ciudad, debe meterse esa frase en la cabeza. No es que el gobierno lo tape, son los propios habitantes los que incubren.
O lo hacían o las familias tenían muchos oídos.
- ¿Puedo preguntar qué le trae hasta New York?

Spoiler:

El se había quedado observando hacia los lados, mirando a toda la gente que estaba caminando, algunos demasiado apurados por que seguramente tendrían algún tipo de compromiso después de lo que habían hecho en aquel lugar, algunos cuantos mas estaban mirando a la mujer que tenia a mi lado de una manera hasta perversa, pero dentro de todo poco a poco dejaban ellos de hacerlo y se iban retirando tras unos momentos

Notaba que ella seguía mirando el periódico, y que lo hacia de una manera que comenzaba a preguntarme si algo salia en este que fuera digamos muy importante, por que ahora que lo pensaba no me había puesto a pensar si yo había salido en los titulares después de mi Huida de Berlin.
- No siempre son los habitantes los que lo encubren, en muchas ocasiones la pregunta esta mas bien en cuantos corruptos hacen que no saben nada por una enorme cantidad de dinero para dejar a las mafias actuar como ellas lo desean
Le dije con total tranquilidad, pues segun sabia yo las Mafias en lugares como lo eran Italia y Rusia eso eran lo que hacian
- Pues solamente para tener unos nuevos inicios despues de estar mucho tiempo en Europa



off: Se supone que este Gerard no tiene el mismo rostro que debería por que se hizo una cirugía para no tener problemas, pero se me ocurrió algo al respecto, te lo explico por MP