Simplemente destino {Eneah}

¿Cuánto había pasado desde la ultima vez que había estado en aquel lugar? ya había pasado mucho tiempo desde que no se encontraba en la ciudad, el cambio de aire le había venido bastante bien para evitar todo tipo de malos pensamientos.- Oh vamos, si piensas que llorar por los rincones como una nena es algo bueno te felicito.-murmuro Joel que se encontraba fumando a su lado, sonrío de lado y prendió un cigarrillo para él dándole una larga calada, Joel hacia mucho que no le hablaba de buena manera, se había enojado con Leo y este estaba algo más deprimido por eso.- No fui yo quien termino con todo.-murmuro mirando a la nada, estar en aquel cementerio para colmo tampoco era la mejor idea del mundo tomando en cuenta que allí era donde se había reencontrado con Eneah luego de volver de Alemania.- Deberías haberte quedado y pedirle que volviera contigo, no nos lastimo mucho.-Leo se río mirando a su amigo arqueando una ceja.- Oh vamos, ¿mucho? Seguro nos dejo para acostarse con el idiota del policía ese y tú dices que no nos lastimo “mucho”, por algo yo nunca quise enamorarme imbesil.-tiro el cigarrillo y se levanto con las manos en los bolsillos, caminando por el cementerio con el ceño levemente fruncido.

No quería volver a la ciudad, sabia que las posibilidades de encontrarla o saber de ella eran infinitas y era lo que había intentado evitar en los 5 meses que estuvo fuera de la ciudad. Para todo el mundo había sido como si Leonard hubiera desaparecido de la faz de la tierra, esperaba que ella también se lo hubiera creído.- Malditos recuerdos.-murmuro sentándose en la base de aquel árbol, donde se volvieron a ver. No se reconocía a si mismo hace tiempo, su rostro estaba mas apagado, lo mismo que su mirada, portaba unas ojeras bastante notorias y estaba mas cansado a simple vista. Las pesadillas que tenia todas las noches no lo dejaban dormir, y lo peor era que siempre eran con ella, como si todo se confabulara para no poder quitársela de la cabeza. Tal vez lo peor del caso era que le dolía, debería dejar de dolerle a la mala, pero en algún momento dejaría de hacerlo.

De repente escucho una guitarra, y aquella voz…tenia que ser una broma de mal gusto del destino, ¿no? no podía ser que a tan solo unas horas de haber llegado a New York la encontrara, tenia que ser una jodida broma. Se puso la capucha que llevaba en la chaqueta y se tenso cerrando los ojos, intentando ignorar la voz que llegaba a sus oídos. La había escuchado demasiadas veces cantar, tal vez mas veces que las que ella misma pensaba porque había veces en que la espiaba solo por verla unos minutos cuando ya estaban separados.- Es su voz, la reconocería en cualquier lugar- Joel aparecía de repente a su lado lo que lo hizo sobresaltarse levemente, y ponerse el dedo en los labios para que este entendiera que tenia que hacer silencio. Solo quería llenarse con aquella melodía que estaba llegando a lo mas profundo de su corazón, solo quería escucharla una vez mas aunque luego se fuera del lugar porque simplemente no podía estar cerca de ella. No quería estar cerca de ella en aquel momento porque sabia que si la veía se le notaria cuanto la había extrañado y necesitado, se le notaria a leguas y quedaría como un idiota una vez mas, lo cual no era un buen plan según su punto de vista.

Termino aquella melodía y se levanto dispuesto a irse, pero no podía, sus pies parecían no moverse.- Vámonos de aquí Alek, seguro conseguimos alguna chica que quiera abrirse de piernas para ti.-Fabiana como siempre estaba ahí, acechando, buscando el momento para aprovechar su debilidad como tantas otras veces. Mentiría si hubiese dicho que no había buscado olvidar a Eneah con otras mujeres porque había sido así pero en ese momento, luego de escucharla cantar, simplemente no quería hacer eso.- Yo creo que alguien se ha vuelto a enamorar.-le murmuro Alexandra a Fabiana, quien la golpeo en el brazo molesta, yendo hasta Leo y empujándolo un poco para que reaccionara.- He dicho que nos vamos de aquí.- No, él se va a ir a hablar con ella si no quiere que haga que se corte toda la puta noche.-Joel sonaba enojado, empujo a Leo haciéndolo caminar hacia atrás varias veces, este no veía que estaba yendo hacia Eneah ya que estaba de espaldas hasta que se cayo, escucho a Joel reírse y al alzar la vista se encontró con que estaba tirado, debido a la caída, enfrente de la morena. Su corazón volvió a latir en ese momento, luego de tantos meses muerto en vida sentía que volvía a vivir por el simple hecho de conectar su mirada con la de ella.- Neah…-murmuro sn darse cuenta de aquello, simplemente no podía dejar de verla, embelezado por su belleza, y anonadado por el simple hecho de que pasara lo que tatas veces había querido: verla una vez mas.

Me sentía raro el hecho de tenerla enfrente mío de nuevo, tan cerca pero tan lejos a la vez que su aroma me golpeaba completamente llegando a intoxicarme. Era como volver a probar una droga que había dejado hacia mucho tiempo, era volver a caer en aquel abismo del cual se suponía que estaba logrando salir luego de varios meses alejado de todo aquel ambiente, donde todo, hasta las paredes de su habitación, me recordaban a ella y hacían que no pudiera levantarme de aquella caída. ¿Cómo no iba a ser celoso? Si era como ver un ángel caído en medio de un mundo lleno de idiotas, era obvio que cualquiera querría quitarla de mi lado y una de esas personas había sido el estupido del policía. Al pensar en eso mi corazón se encogía.- Se ve como un ángel…tal cual como la dejamos.- Joel la veía completamente fascinado y lo entendía, era jodidamente hermosa, tanto que sentía que no la merecía aunque la siguiese amando.

Escucharla decir mi nombre hizo que mi ritmo cardiaco aumentase aun mas si es que eso era posible, una sonrisa idiota se adueño de mis labios, aquella sonrisa que solo salia cuando estaba ella a mi lado. cerré los ojos cuando toco mi rostro y luego los abri para verla, elevando una de mis manos a su mejilla para limpiar la lagrima que estaba cayendo, en ese momento me importaba una mierda las razones por las cuales nos separamos, me importaba una mierda el dolor que había sentido cuando me dejo, solo me importaban aquellos ojos que tantas veces me habían enamorado y que ahora se notaban emocionados viéndome.- Hola…-murmure relamiéndome los labios mientras seguía mirándola a los ojos, no podía moverme de como estaba. no era la posición mas cómoda del mundo debido a que había caído mal y juraría que tendría algunos moretones en la espalda luego de ese momento pero lo único que me importaba era ella. Luego tendría tiempo para el dolor de cuerpo además de darme cuenta de nuestra verdadera situación y ponerme a pelear o alejarme, pero en ese momento si pasara una estrella fugaz y pudiera pedir un deseo seria indudablemente que ese instante durara para siempre, simplemente mirándola y enamorándome una vez mas de sus ojos, de su esencia, de todo lo que yo podía ver y nadie mas veía.

Me reí un poco por como me ayudaba a levantarme, no podía evitar hacerlo porque de repente, a pesar de ser la chica mas fuerte que conocía, parecía tan pequeña y frágil que me daban ganas de abrazarla y protegerla de cualquier cosa. Aquel pensamiento era errado, muchísimas veces habíamos compartido travesuras juntos, travesuras las cuales una pareja normal o amigos normales jamás harían pero nosotros amábamos el peligro y todo ese tipo de cosas, ¿Cómo olvidar que con el solo hecho de encontrarnos habíamos matado al policía? Simplemente éramos algo excéntricos, pero felices a nuestra manera que era lo que realmente importante, o por lo menos lo éramos en ese tiempo donde estábamos juntos y nada mas nos importaban. Siempre me habían dicho la frase barata, “el amor basta”, una gran mentira, el amor no basta si hay falta de confianza, el amor no basta si la otra persona a pesar de amarte frecuenta alguien mas aunque sea como amigos.- Y a ti te ha cagado de esa manera, sabes que el amor no basta, deja de ser tan idiota y vámonos de aquí que ya me esta dando frío.-la voz del oscuro sonó de algún lado del cementerio, y me hizo fruncir levemente el ceño debido a la razón de sus palabras. Tenia que alejarme de allí si quería que todo siguiera como hasta el momento, recuperándome del dolor de su perdida a pesar de que luego de verla, sabia que eso seria imposible.

Me aleje de ella frunciendo levemente el ceño, mi semblante seguramente habría cambiado a uno mucho mas serio, me arregle la chaqueta relamiéndome los labios, gesto que tenia siempre que estaba nervioso.- ¿Qué haces idiota? Es el momento de que se reconcilien.-la voz de Joel sonaba muy enojada, pero no podía hacerlo, simplemente no luego de todo lo que había sufrido cuando ella me dejo.- Es lo mejor Alek, anda, vamos a casa, es hora de descansar y mañana haremos de las nuestras.-cerré levemente los ojos, el oscuro tenia esa voz tan hipnotizante pero que te hacia tener miedo a la vez.- Gracias Eneah.-exprese con seriedad, mirando al piso para no verla a los ojos, si lo hacia iba a ser mi perdición y lo sabia.- ¿Cómo has estado?-a pesar de todo no quería ser descortés, no con ella, además de que ser borde y frío no le salía, por lo menos no lo borde ya que debía ser frío para conservar la calma y que todo siguiera como tenia que estar. Saque un cigarrillo de la chaqueta y lo prendí inmediatamente, dándole una larga calada como si mi vida dependiera de eso. un poco de tranquilidad me invadió y lo agradecí, necesitaba la cabeza fría en esos momentos para no mandar al demonio todo y besarla pidiéndole que regresemos.

Sonreí de lado con aquella característica sonrisa irónica mía, claro que había estado mejor que nunca, si se había sacado al idiota de mí de encima. Era un imbesil en seguirla queriendo pero no podía evitarlo, tal vez luego de hablar un poco con ella podría superarlo, dicen que hay que cerrar etapas para comenzar nuevas y yo la de ella definitivamente no la había cerrado en ningún momento. aunque me era difícil pensar en cerrarla cuando, como un idiota, no podía siquiera mirarla a los ojos porque sabia que iba a terminar de rodillas pidiéndole que regresáramos.- El amor te hace tan patético que me das asco.-Fabiana me miro con una mueca de asco, por lo cual la fulmine con la mirada frunciendo el ceño levemente, odiaba aquello, odiaba sentirme débil por un sentimiento que ya debería estar extinto de mi cuerpo, el amor era lo jodidamente mas difícil que me había pasado, ni siquiera le esquizofrenia me había causado tantos dolores de cabeza como los que me causaba seguir enamorado de ella.- Perfectamente, uno que otro problema pero nada grave.-exhale el humo del cigarrillo y mire fijamente a Joel que parecía discutir con el oscuro por las distintas opiniones que tenían de Eneah, pela sin sentido a mi parecer.

Alce mi vista, tomando valentía ya que si quería terminar con aquello conmigo mismo de una vez debía tenerla, y a mire a los ojos. Mi estomago volvió a darse vuelta completamente, dando un giro de 360° con el solo hecho de mirarla a los ojos, desvíe la mirada inmediatamente volviendo a fumar para intentar serenarme.- ¿Qué se te perdió?-pregunte frunciendo el ceño, conocía perfectamente cada uno de sus gestos como para saber que buscaba algo. Al lado de mi pie encontré una pua de la guitarra, por lo que sonreí levemente y la levante quedándome mirándola unos momentos, para luego extenderla hacia ella mirándola nuevamente, intentando mantener mi rostro neutral para que ella no se diera cuenta de todas las emociones que me atosigaban en ese momento.- Creo que esto es tuyo.-le murmure, en ese momento me arrepentía de no haber llevado mi guitarra conmigo ya que me apetecería mucho tenerla, cantar algo, siempre servia para descargarme y en ese momento lo único que veía predecible para descargarme era esperar que se fuera para hacerme algunos cortes y sentir dolor físico en vez de sentimental.

Quería odiarla, en el fondo quería odiarla porque todo ese amor que sentía me terminaría matando de alguna forma. Las personas como yo solo nos enamoramos una vez, eran lo obvio y lo que todo el mundo sabía. Era conciente de la enfermedad que tenia, era conciente que no había posibilidades que llegara a los 30 años siquiera por como llevaba mi vida y los peligros de la profesión que tenia pero jamás me había interesado aquello. Necesitaba que me dejara solo, porque a pesar de no estar a mi lado siempre estaba en mi mente y eso, de momentos, podía ser sumamente doloroso teniendo en cuenta que prácticamente ya no había posibilidades para que los dos fuéramos una pareja. De hecho me nacía el hecho de preguntarle si estaba con Rodrigo o con alguien pero debía evitarlo, además yo no podía reclamarle nada al fin y al cabo, era yo quien la noche anterior había estado con una Alemana para “despedirme” del lugar como se debía, sexo sin sentido que se volvía una carga para los hombros una vez que me corría, nada mas y nada menos que eso.

Sonreí de lado, esta vez de manera mas sincera al notar ciertos nervios en sus palabras, seguía siendo al fin y al cabo la misma niña de la cual me había enamorado. Éramos tan parecidos y tan distintos a la vez, ella era tan pura que me daba terror tocarla, por eso no había estado sexualmente con ella, no me sentía lo suficientemente digno como para tomar una de las cosas mas bellas de su vida. tampoco se había dado el momento y seguramente en esos momentos ella tampoco había estad preparada, una vez casi lo hicimos pero finalmente nos interrumpieron, ella había estado siempre ahí en mis recaídas, y sinceramente la amaba mas de lo que podía pensar en amar a alguien desde aquello.- Me parece perfecto, no me vendría mal cantar un poco.-lo dije como si fuera algo que hiciera todos los días, ignorando que iba a cantar para la chica de mi vida, porque por mas que estuviéramos separados el resto de nuestras vidas, yo sabia que Eneah era y seria siempre el amor de mi vida, la chica que siempre iba a amar y de la cual iba a morir enamorado por mas de que fuera algo no creíble en mi debido al historial de mujeres que tenia, el cual no me ayudaba en lo absoluto.

Cuando ella comenzó a tocar me concentre en la melodía, exhalando el humo del cigarrillo para empezar a cantar esa canción que tanto me gustaba y con la cual tan identificado me sentía en ese momento y desde que la había conocido, un himno de mi banda favorita, “Oh Darling!” de “The Beatles” sonaba en sus cuerdas y yo la cantaba evitando mirarla a los ojos o con los ojos cerrados para que estos no delataran todo lo que sentía en ese momento.- ¡Eso Leo! Con esto iremos recuperándola, yo se que podemos.- Joel sonaba emocionado, mientras se sentaba al lado de Eneah mirándola con una sonrisa en los labios, lo que me hizo sonreír levemente y terminar por cantar aquella canción mirándola a los ojos, se iba todo a la mierda cuando la miraba, simple y sencillamente pensaba eso y nadie me lo quitaría de la mente nunca.

La manera en la que ella tocaba siempre me había encantado, siempre lograba conectarme aun mas con lo que cantaba cuando ella era quien estaba a mi lado tocando la guitarra, nosotros teníamos muchos niveles de conexión. Siempre sincronizábamos perfectamente sin ningún tipo de problema, siempre nos entendíamos con el solo hecho de mirarnos y fue mágico la primera vez que sucedió. Las frases idiotas como “en tus ojos he encontrando mi paraíso” y ese tipo de idioteces cobraron sentido en el primer momento que la mire a los ojos, aun era una niña en esos tiempos y me había enamorado de esa niña a pesar de que tuviera muchas chicas detrás. Me acostaba con ellas, no tenia problema con ello al fin y al cabo siempre había sido igual pero luego de conocerla nunca se sintió igual, nunca se sintió igual besar con pasión otros labios comparados a los suaves besos que le robaba cuando se distraía, eran mucho mejor aquellos besos robados que las relaciones que pudiera tener con cualquiera.

Aunque ella me descubrió mirándola seguí haciéndolo fijamente, disfrutando de la vista que tenia y que, seguramente, en unos momentos no podría volver a tener por bastante tiempo. Era realista pensar en aquello debido a que lo mejor para ambos era estar alejados, de por si estábamos enfermos, juntos nos consumíamos, pero se sentía tan bien y daba felicidad ser consumido de esa manera, esperaba de hecho morir a su lado pero no quería condenarla a lo mismo, sabia que la familia de ella verdaderamente se preocupaba por su enfermedad y yo siempre había estado solo, no podía condenarla a mi mismo destino por el amor que nos teníamos, o por lo menos el amor que yo le tenia, no era justo.

Sonreí de lado, sinceramente ante sus palabras, dentro mío esperaba aun tener una especie de efecto en ella, pero al parecer me había superado satisfactoriamente y solo era un recuerdo de algo que no pudo ser. Odiaba la sensación que ocupaba mi pecho en ese momento, ese deseo de abrazarla y no soltarla mas estaba comenzando a hacer que me sintiera mal, apreté mis manos varias veces, mirando el suelo fijamente para concentrarme en poder controlarme y no tener alguna recaída enfrente de ella, había dejado las medicinas desde que habíamos terminado, no encontré ninguna razón de peso para seguir queriendo cuidarme luego de que todo acabo.- Un clásico, espero que sigas escuchando buena música y no la música idiota de ahora.-era la frase mas larga que le había dicho, idiota, era un idiota pero necesitaba hablar con ella por lo menos unos minutos mas así fuera de música.- ¿no has tenido ningún problema en este tiempo?-la pregunta era claramente en relación a sus voces, en todo lo que ellas traían, demostraba un poco de preocupación por ella y no me avergonzaba. Si luego no la vería mas quería irme tranquilo sabiendo que todo estaba bien, que sus voces no estaban queriendo que hiciera nada malo ni demás. Para mi suerte nunca la había visto cortarse ni nada como ella a mi, tal vez sus voces no la odiaban a ese limite como en ocasiones lo hacían las mías. Respire hondo y metí las manos en los bolsillos, intentando no tomar su mano ni acariciarle la mejilla, nada de lo que mi corazón ordenaba que hiciera y mi mente no dejaba que hiciera.

Fruncí el ceño ante sus palabras, no me había gustado para nada la forma en la que me había hablado siendo que por primera vez en todo el tiempo que llevábamos en ese lugar le había hablado preocupándome por ella y demás.- Te dije mil veces que ella no nos merece en absoluto, mira como te trata encima que ella fue quien decidió dejarte para ir con ese policía, ¿a ti te parece? Enserio si la sigues buscando te pasaras de idiota Aleksander, piensa dos veces antes de hacer algo.-El oscuro gruñía molesto por la situación, él había sido quien mas me había reclamado sobre la situación y que no me debía enamorar ni de ella ni de nadie.- Te he dicho que nos vayamos y no me has hecho caso, podríamos estar acostándonos con alguna chica guapa o matando a alguien y no, tu aquí mirándola con cara de imbesil a pesar de todo lo que te ha hecho, eres increíble.-cerré los ojos ante el dolor de cabeza que me había comenzado a dar ante lo dicho por Fabiana, dolía, dolía porque sabia que era cierto. ¿Por qué me preocupaba por ella si ella había terminado todo? ¿Por qué estaba allí si podría estar teniendo sexo con quien yo quisiera? ¿Por qué tenia que seguir queriéndola de esa manera si ella me despreciaba fuertemente?- porque sabes que la amamos y siempre la amaremos a pesar de todo.-la voz de Joel sonaba mas apagada que antes, lo que me hizo darme cuenta que a él también le había dolido como nos estaba tratando.


-¿enserio me dices eso tu a mi? Eres una jodida hipócrita realmente porque me tratas como si todo fuese mi culpa cuando tu fuiste la que termino conmigo.-al ver que se alejaba se lo dije en voz alta, apretando mis puños cada vez mas fuertes y con la mirada clavada en el suelo.- Contrólate Leo, es Neah, sabes que…no nos quiere herir, por favor contrólate.-Joel me sostenía las manos y intentaba que lo mirara para calmarme pero no podía, algo dentro mío volvía a romperse como siempre pasaba cuando se trataba de ella.- Déjalo, sabemos que no le hará daño que se lo hará él como siempre, no entiende que ella no vale la pena.-Fabiana se encontraba seria, como rara vez podía verla pero ni siquiera podía ver su semblante, si sacaba la mirada del piso terminaría de salir de mis casillas y no podía permitirme eso con ella cerca, no podía enceguecerme con ella cerca ya que prefería matarme antes de hacerle algún tipo de daño.

-Me esta comenzando a dar miedo.-Alexandra tenia miedo de mi reacción y la entendía, era la que mayormente me veía en mi peor estado debido a que los demás siempre estaban ocupados, era quien curaba mis heridas cuando me cortaba o estaba todo golpeado por las peleas.- ¡Tu me dices que yo me estoy burlando de ti cuando la que se burla de mi eres tu jodiendome ahora para irte así como si nada hubiese pasado!-le termine gritando porque estaba mas lejos de lo que pensé que estaba, me senté nuevamente y respire hondo varias veces.-Cálmate, cálmate y luego nos vamos, solo déjala irse que es lo mejor.-odiaba escuchar a Joe de aquella manera, estaba herido y él era el verdaderamente fuerte de todos, si él estaba herido significaba que las demás voces y yo estábamos hundidos en la miseria. Los duendes me tocaban el buzo llamando mi atención, bailando para que sonriera pero yo solo seguía con la vista fija en el piso, era como si este tuviera un imán para que no pudiera ver otra cosa, y esperaba que fuese así para no cagarla mas de lo que ya estaba todo.

Apreté aun mas fuerte las manos escuchando sus palabras, me costaba ser racional en ese momento pero sabia en el fondo que ella tenia razón, por lo menos en lo primero que estaba diciendo porque lo que nos había orillado a terminar aquel día había sido mi constante desconfianza hacia ella y su supuesto amigo.- Oh vamos, sabes que ese idiota quiere y siempre quiso meterse entre tus piernas, yo solo decía lo que me parecía y tu, como siempre, te defendías como si te hubiera dicho que eres una zorra cuando sabes que jamás diría tal cosa Eneah.- Pero si es lo que es…¿Por qué no se lo decimos? Deja de ser suave con ella Alek, solo a ti no te habrá dejado meterse entre sus piernas.-cerré los ojos con fuerza, la voz de Fabiana era especial, estaba segura que embaucaba a todo el mundo siempre que quería, tenia una voz tan sensual pero a la vez con el toque perfecto para convencer de sus ideales a los demás.- ¡Claro que para mi no es fácil! Eres el jodido amor de mi vida y te crees que para mi es fácil, pareciera que no me conoces una mierda Eneah, mejor que nadie deberías saber que solo es una jodida fachada.-se lo grite nuevamente, ya no tenia control de mi mismo en muchos sentidos.- Pero aun lo tienes en el que basta, mientras no la lastimes lo demás no importa Leo.-como siempre Joel tenia la razón, no lo iba a negar.

Estaba sentado apretando mis manos, intentando encontrar un poco de paz dentro de mi mente donde siempre me perdía cuando las cosas andaban mal pero en ese momento simplemente no podía hacerlo. Esto era superior a mi, las emociones que sentía jamás las había sentido y no me gustaban en absoluto porque absolutamente ninguna eran positivas. Sabia que tal vez luego de ese encuentro haría una locura pero en ese momento no me interesaba en lo absoluto, solo me interesaba controlarme lo suficiente para no decir ni hacer nada que pudiera lastimar a mi Neah.- Un buen golpe no le vendría nada mal, tal vez sacarle un poco de sangre…me causa curiosidad como será el sabor de su sangre Leo, ¿harías eso por mi?-fruncí el ceño mirando hacia donde estaba el oscuro con el corazón bombeándome demasiado fuerte, este sabia cual era el limite de mi paciencia y estaba buscando que lo superase pero no le iba a dar el gusto.- Con ella ni se te ocurra meterte, esto es entre los dos, te lo advierto.-mi voz era mucho mas seria de lo que lo era normalmente, no me importaba si ella me escuchaba o no, no dejaría que nada le sucediera y mucho menos por mi culpa y la culpa de mis voces que cada vez estaban mas inquietas.

Mi respiración se volvía mas agitada a cada segundo que pasaba, perdería el control definitivamente en menos de cinco minutos, conocía lo suficientemente bien a mi cuerpo y mi mente como para saberlo.- La tenemos cerca, no podemos perder el control como lo hacemos siempre Leonard, yo se que tu puedes aguantar esto…por favor aguántalo.-Joel tomaba mis manos intentando darme fuerza, demasiado raro en él pero sabia que no lo hacia por mi, sabia que lo hacia por el simple hecho de que su Neah podía estar en peligro. Siempre había sido jodidamente celoso con ella, con la única persona que podía llegar a compartirla un poco era con Joel ya que ni con los familiares de ella me gustaba hacerlo. Tenia un sentimiento de posesión demasiado grande por sobre mi morena, pero como a ella jamás le había molestado hasta lo del puto policía jamás me había esforzado en cambiarlo.- Es el momento que superemos eso L.-sonreí casi imperceptiblemente ante la suave voz de Alexandra, que buscaba calmarme, siempre había pensado que era como una niña pequeña a pesar que su cuerpo mostrase otra cosa.- Tienes que ir con ella y acabar con eso…se como te puedes calmar, los dos lo sabemos ¿Por qué no lo haces? Luego de que te calmes podrás dejar que ella te golpee y demás.-sabia que tenia razón, pero había algo que no me estaba dejando ir con ella y hacerlo; tal vez ese respeto que siempre había sentido hacia su persona pero tal vez, solo tal vez ella quería lo mismo, cabía la pequeña posibilidad de que así fuera y me iba a arriesgar, el que no arriesga no gana o eso decían.

Iba a jugarme todo o nada, tal vez me matara luego pero si no hacia lo que necesitaba no me iba a calmar ni tampoco iba a sacarme todo lo que sentía dentro por lo que me acerque a ella casi sin que pudiera notarlo, cuando estuve enfrente tome su rostro y luego de mirar unos segundos sus ojos la bese. Besarla era sentir como si de nuevo el cielo existiera y en el infierno donde vivía dejasen de arder las llamas, era como si un ángel me tocara con su gracia divina, no habían palabras para describir lo que sentía cada vez que la besaba, simplemente en sus labios encontraba todo lo que podía buscar, ella era todo lo que podía buscar y la felicidad me invadía luego de tantos meses de no sentirla de esa manera, tan mía.

A pesar que el tiempo pasara yo sentía que jamás terminaría de entender todo lo que ella podía hacerme sentir con una simple mirada. Tal vez nadie más que nosotros entenderían lo necesario y vital de nuestra relación para la vida que teníamos, era como si nos complementáramos a la perfección. Si bien los dos teníamos una enfermedad bastante complicada sabíamos como tratarnos, sabíamos que era lo que nos hacia bien y lo que nos hacia mal, sabíamos como calmar cada crisis que teníamos con el simple acto de besarnos aunque en otra situación hubiese buscando algo más. Ella era la única que con mirarme lograba hacer que todo pareciera un poco mejor a lo que era en realidad, desde que la había conocido había entendido el verdadero significado de la palabra amor y todo lo que eso conllevaba. Por ella era la única persona que dejaría la vida a la que estaba acostumbrado, para mi suerte el tema de la mafia estaba metido también en la vida de la morena, no podría dejar eso nunca debido a una cuestión de lealtad para mí familia pero no dudaría en alejarme un poco de todo ese tema si algún día mi novia corría peligro por estar en todo eso. ante todo su prioridad eran mí familia y Eneah, que era prácticamente parte de esa te un modo mas sentimental, ya que la consideraba el amor de mi vida.

-Yo pienso que a pesar de todo se ven demasiado lindos juntos, es la única que puede calmar a Leo y él verdaderamente la ama.- Alexandra se apoyaba en el hombro de Joel, mirándolos mientras soltaba un suspiro como si estuviera viendo la mejor película de amor de la historia.- Nunca he tenido tantas ganas de llorar, ni cuando he visto Titanic y eso es mucho decir porque esa película fue un antes y después en la historia, ¿no te parece?-Joel se limito a reír, mirándola con el ceño levemente fruncido por las palabras que ella decía.- ¿sabes porque esto es aun mejor que Titanic?-pregunto y Alexandra negó con la cabeza.- Porque es real, y ellos lo saben, por ello siempre vuelven a estar juntos a pesar que el tiempo pase y dejen de verse o intenten inclusive olvidarse, tu no llevas tanto tiempo con Alek como yo y se cuando la ama.-Se río un poco por la cara que yo había puesto al escucharlo, al parecer ellos harían el relato de aquellos pensamientos que estaba teniendo acerca de ella, no me sentía incomodo, lejos de eso me hacían querer sonreír porque me causaba gracia toda la situación que se había dado y como ellos la comentaban como si yo no pudiera escucharlos.

Sonreí aun besándola al no ser rechazado por ella que era lo que primeramente había esperado que hiciera. Tal vez que me golpeara tan fiel a su estilo como había hecho con los tipos que muchas veces se habían querido pasar de listos cuando ella solo trataba de ser amigable, inclusive cuando no quería serlo muchos idiotas se habían creído con el poder de intentar algo y siempre terminaban terriblemente mal. La seguía besando, dejando todo lo que sentía en aquel beso aunque tal vez ni ese mismo pudiera expresar todo el amor que tenia dentro de mi y del cual solo ella era dueña, sentía su caricia en mi mejilla y eso me hacia estremecerme como siempre que ella me tocaba por mas de que la caricia fuese casi superficial y sumamente cariñosa. Me quede mirando sus ojos una vez que se separo, sonriendo por el beso que nos habíamos dado y aun mas al escuchar sus palabras, acariciando con mi pulgar su mano que tenia entrelazada con la mía en ese momento.- Es muy bueno saberlo.-murmure, no podía despegar mi mirada de la suya y tampoco tenia ganas de hacerlo, estaba demasiado cómodo mirándola de aquella manera que solo ella podía descifrar al fin y al cabo.- Solo…un poco.-mi voz salio algo baja, debido a la vergüenza repentina que me daba que ella descubriera lo nervioso que me tenia debido al beso que nos habíamos dado. De hecho agradecía haberme calmado un poco porque sino ella hubiese sentido los latidos mucho mas desbocados que tenia hacia tan solo unos momentos mientras nos besábamos, estaba seguro que no era nada normal que mi corazón latiera de esa manera pero solo ella lograba que estuviera de esa manera, me hacia bien que este latiera así porque significaba de alguna manera que nuevamente estaba vivo, estaba vivo nuevamente gracias a ella.

La abrace aun más por la cintura, pegándola mas a mi mientras le seguía el beso suavemente, necesitaba sentirla cerca y convencerme que aquello no era un sueño y que despertaría solo como todas las noches en las que había soñado con ese momento. Entreabrí los labios para darle paso a mi lengua en el beso haciéndolo un poco mas intenso, mi corazón volvía a latir como si estuviera por darme un ataque o algo parecido y si así sucedía estaba seguro que moriría feliz por haber besado sus labios una vez mas, solo una vez mas.- Esto es muy emotivo.-lloraba Alexandra escondiendo su cara en el pecho de Joel que nos miraba sonriendo, pero luego miraba a la rubia completamente extrañado ya que no le había dado permiso de llorar en su pecho pero terminaba por no decir nada para no hacerla sentir mal. Mordí el labio de Eneah estirándolo un a vez mas mientras sonreía.- Te amo.-murmure dejándolo salir, como si no pudiera retenerlo una vez mas y era así, necesitaba decírselo. La cargue girando con ella jugando un poco mientras besaba su mentón cariñosamente, de nuevo estaba feliz, aunque no hablábamos de los temas importantes que teníamos que hablar ni aclarábamos las cosas era feliz en ese momento y pensaba disfrutarlo al máximo sin pensar en nada mas.