Alessa Pontis

Alessa se caracteriza por ser muy cínica y desconfiada. Desde la muerte de sus padres ha estado sola en el mundo y ha tenido que aprender a manejarse por las calles por sus propios medios. Se puede decir que es incluso calculadora, no puede dejar nada al aire, todo lo tiene que tener planificado, incluso la hora en que se toma el café del mediodía.
No es que tenga gustos muy definidos pero una de sus pasiones es la lectura, sobretodo la clásica y también el ponerse al día en conocimientos. Cuando era joven deseaba ser veterinaria y uno de sus puntos débiles, el cual no sabe nadie, son los animales. No le gusta estar mucho tiempo encerrada entre cuatro paredes ya que hace que se desmorone y se desvele el odio y el dolor que intenta enmascarar tras un semblante indiferente y desinteresado. En cuanto a amor, nunca ha tenido tiempo ni para pensar en ello y todos aquellos hombres que han tenido la osadía de acercarse a ella se rindieron, pues sentían que no les hacía caso y no iban mal encaminados.

La familia Pontis era oriunda de Sicilia y pasarían 5 años hasta que consiguieran trasladarse a Nueva York. Por aquel entonces, Alessa tenía 4 años y pudo conocer la inestabilidad en las calles acosadas por la mafia local. Con lo cual la familia esperaba que mudándose acabaría con la represión.
No se completarían enteramente sus expectativas, pero si mejoró la situación al llegar a su nueva ciudad y se sintieron tan confiados que probaron a seguir con el negocio familiar, un restaurante cercano a la zona de Little Italy.
Por supuesto, a parte de los impuestos que se debían enviar al estado, también estaba el impuesto por el cual la mafia los protegía, en este caso los Corleone ya que estaban en su área de influencia. Y durante 14 años estuvieron tranquilos y comenzaron a sentirse seguros.
No fue hasta que Alessa tuvo 18 años cuando todo su mundo se vino abajo. Las reservas entre mafiosos eran normales en el restaurante y si a la familia Corleone le interesaba cerrar un trato solían decantarse por alguno de los locales de los que disponía, en aquella ocasión fue el Pontis’. La situación pasó de ser tranquila a, en unos segundos, tornarse el mismísimo caos y todo comenzó con un coche en la puerta y el sonido de disparos tanto dentro del restaurante como fuera.
Alessa apareció un poco más tarde, cuando la policía ya estaba reunida y los coches acordonaban la zona y la puerta del restaurante, el cual estaba lleno de cristales rotos tanto en la acera como por dentro. La noticia que le dieron la golpeó como si un piano le hubiese caído en la cabeza y la visión de las dos bolsas con sus padres dentro hizo que rompiera en llanto.
No dejaría pasar el duelo por mucho tiempo, puesto que tuvo que armarse de valor y ponerse a trabajar para reparar el negocio familiar pues creía que a su familia le gustaría verlo en todo su esplendor estuviera donde estuviese. Pero el cansancio, el dolor contenido y la tristeza hizo que otro sentimiento aflorase, el odio. Odio y rabia hacia aquellos que mataron a su familia y sobretodo hacia las familias y a la policía ya que no pudieron desvelarle quiénes habían sido los culpables y llegó un momento en que se juró conocer a los asesinos y pagarles con la misma moneda.

- Actualmente se dedica a hurtar en los diferentes negocios que tienen las familias, aunque conserva su trabajo como tapadera.
- Intenta colarse en los archivos de la policía y saber las referencias que anotaron, pero se le está haciendo muy difícil.
- Actualmente dispone de mucho dinero gracias también al restaurante, el cual consiguió levantar de nuevo aunque prefiere no pasarse por allí.

- Se entrena en el combate cuerpo a cuerpo y también en el manejo de pistola y fusil, los cuales ya casi domina, pero su ansia de conocimiento no la deja pensar que esté lista completamente.