Aimée J. Barzini

¿Cómo podríamos describir a la joven probablemente más hermosa de Nueva York? Aimée está llena de un talento prodigioso que recorre sus venas. De todas sus hermanas es la única que ha heredado el talento de su madre por la música y el canto. Sin embargo no se dedica profesionalmente a ello, su padre jamás la habría dejado, ella debía de seguir su ejemplo y trabajar para y con la familia.

Los negocios familiares jamás le han interesado a la muchacha, que prefiere conocer mundo y vivir al límite antes de portar un arma en su bolso por si acaso intentan matarla, pero en contra de lo que todo el mundo cree sobre la rubia, ella sabe manejar un arma a la perfección.
De hecho su padre siempre le dijo que tenía especial talento para los negocios de la mafia, para proteger a sus aliados y para apuntar directamente a la cabeza de alguien. Siempre ha estado marcada por la sangre, pero jamás podrá separarse de lo que el mundo de la mafia significa, no sin correr ella misma peligro.

Aimée es dulce, simpática y divertida. Vive la vida al límite todo el tiempo que puede, pero cuando la enfadan puede llegar a ser fría y calculadora. No piensa en las consecuencias al no ser que esto impliquen a segundas o terceras personas, jamás haría daño o traicionaría a un amigo o familiar, es la persona más leal que puedas conocer.
Es enamoradiza, pero le gusta toda aquella relación que conlleve un peligro con la misma. Le gusta saber que su amor puede ser destructivo, a pesar de que suene a teatro, drama e incluso un poco masoquista.

Hace aproximadamente veinte años, nacía la pequeña Aimée en el centro de una familia de Nueva York. La pequeñaja no sabía qué le esperaba en aquella familia hasta que cumplió la edad de diez años. Era la consentida del hogar, siempre tenía regalos de su padre, al que podía camelarse con una mirada triste y un par de ojitos como los que ella poseía. Sin embargo no le parecía que proteger a sus hijas del mundo que había fuera, fuera del todo necesario.
El mismo día del cumpleaños de la rubia, hubo un atentado contra la familia Barzini. Todo el mundo se camufló como pudo, pero la madre de Aimée estaba demasiado preocupada porque su hija lograra encontrar un escondite lo suficientemente seguro que no se dio cuenta de que ella también corría peligro.
Cuando la bala impactó contra su pecho y atravesó la carne posándose en su corazón, ya era demasiado tarde para esconderse. La pequeña lloró durante horas, quizás días, encerrada en aquel armario oscuro que había ideado su madre con la idea de refugiar a su hija de ‘’los malos’’.

Pasaron años, cuando la pequeña ya no lo era tanto, hasta que Aimée superara la muerte de su madre y perdonara a su padre por no proteger como debía a su querida esposa. Pronto su padre volvió a casarse y la joven se fue a California, donde le esperarían los mejores años de su vida como actriz de teatro. Ahora que han pasado años, tras la muerte de uno de sus hermanos, ha sentido la necesidad de reunirse con su familia antes que el resto de ella corra la misma suerte.

- Tiene un par de armas a su nombre, sólo por si acaso.
- Canta en sus tiempos libres.
- Maneja bien las armas.
- Aún siente rencor por su padre.