Raffaelle R. Stracci

Apacible tranquilo y algo despreocupado por su entorno o más bien del sector que le rodea, torpe en algunos aspectos pero con optimismo a la hora de cometer esos desastres. Raffaelle no se piensa más fuerte que los demás piensan que la fortaleza de un hombre o individuo yace en su corazón y su mente en diferentes situaciones o estrategias que la vida pone como obstáculos con un fin de progreso y enseñanza.
Nunca suele rendirse cuando algo se le mete en la cabeza, es una de las personas más persistentes que existen ya que si algo le sale mal lo intentara hasta que pueda hacerlo de manera perfecta. Suele ser callado en muchas ocasiones, prefiere el silencio y un buen libro a estar gritando por todo el colegio y que lo castiguen ya que los pocos castigos que tiene han sido porque no supo controlarse en el momento indicado. Con su alrededor y especialmente con las mujeres suele ser alguien sumamente educado, jamás sería capaz de faltarle el respeto a alguna y mucho menos decir algo que no le corresponde. Muchos de los problemas en los que se ha metido fueron porque vio a alguien faltarle el respeto a una señorita y eso es algo que no puede permitir que suceda.
Sabe cuando algo le conviene por lo que no duda en utilizar las cartas que tenga sobre la mesa a su favor, eso no indica que sea una mala persona pero luego de que tantas veces le hicieran bromas o lo trataran mal gracias a su credulidad no puede evitar querer utilizar a algunas personas a su favor por el hecho de estar un poco resentido por ello. Si le hacen alguna broma o dicen algo que no le gusta puede convertirse en un ser malicioso aunque también pasa cuando alguien no le cae bien, puede preparar la mejor venganza o hasta lanzar un maleficio si se encuentra enojado en ese momento, no suele medir las consecuencias de sus actos en ese estado.
Sus prioridades son firmes, siempre trata de ayudar a todo aquel que le necesite o precise ayuda lo que lo hace un joven solidario en su entorno; tiene un temperamento pasivo mientras no esté en una situación molesta o incomoda. Enojado no es un buen partido para nadie puesto primero actúa y luego piensa, su enojo es un peligro para quien se le cruce por delante ya que sufre de un ataque de ira crónico capaz de calmar las mareas agitadas de cualquier situación turbulenta de un solo grito, Su mal humor o mejor dicho su cólera se desata cuando está en presencia de una injusticia, cuando lo fastidian tanto que su tranquilidad es desequilibrada o más bien cuando un ser querido es lastimado por un tercero violento.
En cuanto su vida amorosa no es un ser que se ate a alguien con facilidad, le gusta divertirse pero siempre dejando las cosas claras con la chica con la que se encuentre. Creé en el amor pero siente que aun no ha llegado la chica que le robe el corazón y que lo impulse a tener una relación verdaderamente seria. Es sumamente celoso y posesivo cuando alguna persona le importa de verdad, no puede evitarlo ya que a pesar de su apariencia suele ser muy inseguro de si mismo.
Es sumamente leal con sus amigos, jamás le fallaría si alguno lo necesita o si se encuentra en un aprieto, para él la amistad verdadera es la que dura toda la vida y está ahí a pesar de todo por lo que sería capaz de dar la vida por sus afectos sin importarle o arriesgarse a hacer cualquier cosa por ellos.

Nació un 9 de enero en Venecia, Italia, hijo de Romeo Stracci y Serena Siopetto. Sus primeros cuatro años de vida vivió solamente con su madre ya que esta no le había dicho a su padre de su nacimiento, esta era una adicta a las drogas que nunca se ocupaba de él y apenas encontró como esconderse de su padre junto con él se caso con un narcotraficante del lugar. Sufrió el descuido de parte de su progenitora y el desprecio de la pareja de esta que le daba numerosas palizas y lo castigaba de diversas maneras por absolutamente todo sin que su madre se inmutase en lo absoluto. Cuando tenía seis años fue cuando su padre por fin lo encontró luego de tanto tiempo buscándolo y se lo llevo con él, no sin antes asesinar a su madre y a su padrastro delante de sus ojos de un disparo en la cabeza a cada uno.
Desde que su padre lo acogió en sus brazos tuvo la mejor educación, desde idiomas hasta diversos deportes aunque prácticamente ninguno de mucho contacto físico ya que Raffaelle no lo soportaba demasiado. A medida que fue creciendo fue haciéndose mas culto pero siempre demasiado callado, con la única persona que hablaba en la casa donde vivían era con su padre ya que no tenía confianza con casi nadie, de pocos amigos aunque con los que tenía que eran cuatro o cinco siempre le basto.
Una vez que se recibió en el instituto hablo con su padre y este considero que lo mejor que podía hacer era irse a New York a estudiar y también para ayudar a su familia en el lugar ya que todo parecía indicar que tenían algunos problemas con los Corleone, sus enemigos de toda la vida. Raffaelle acepto aunque un poco reacio a aquello, no sabía que tan bien le caería a sus primos por su forma de ser aunque siempre estaría más que dispuesto a ayudar a su familia aunque eso implicara alejarse de su padre y de su amada Italia.

-Tiene fobia a ser tocado íntimamente debido a traumas de la niñez.